viernes, abril 25, 2014

CUENTOS DE PINTOR


 
 

El pintor chino, el pícaro gallego y la gran estafa

Un español, detenido el viernes, fue el artífice de una gran trama de falsificación de arte

Las galerías adjudicaron pinturas por más de 80 millones de dólares (58 millones de euros)

 
En la modesta casa de Pei-Shen Qian en Woodhaven (Queens, Nueva York) hace tiempo que no vive nadie. El pequeño garaje aparece cerrado, las persianas bajadas y el correo se acumula sin que encuentre quien lo recoja. Los periodistas han preguntado a los vecinos, pero estos no saben nada de Qian ni de su mujer. Un discreto ciudadano de origen chino que llegó a Estados Unidos en 1981 con el deseo de estudiar en la escuela de arte de Nueva York. Una cara entre otras mil.

La inesperada e indeseada fama le ha llegado por verse envuelto en un caso de falsificación de obras de arte, uno de los mayores de las últimas décadas. Todo tiene un comienzo y en este caso la historia arranca en las calles de Manhattan. Allí pintaba Pei-Shen Qian para pagarse parte de su formación y allí vendía sus cuadros. En esas aceras, a principios de los ochenta, conoció a José Carlos Bergantiños Díaz, un español nacido hace 58 años en Guitiriz (Lugo). Dicen, quienes le conocen, que este empresario es un hombre afable, con don de gentes. Y, sobre todo, amante del arte, coleccionista. Que incluso presume de haber conocido a
Warhol. Cuentan, también, que se mueve con soltura en los círculos sociales.


 
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/04/23/actualidad/1398281048_723159.html