Por Ignacio Barrientos F.
Más allá de
los adelantos tecnológicos y de las pantallas liquidas o incluso con ellas, las
paredes (cualquier clase de pared) seguirán existiendo en un futuro próximo.
La pregunta
es: ¿Qué clase de objetos ponen en una
pared los habitantes de Chile? Por
supuesto los que ellos quieran poner, en eso consiste la libertad y la
diversidad. Desde banderas de Colo-Colo,
poster de Justin Bieber o Marco Antonio Solis hasta arte contemporáneo.
Los artistas
visuales pintores o no, hacemos nuestro arte por una motivación interior a
toda prueba y a contracorriente en la mayoría de los casos. Producimos muchos más pinturas u objetos de
arte que los que son posibles colgar en paredes aptas para ello. Sobran obras,
faltan paredes.
El artista
visual es un especialista en imágenes. Esas imágenes tienen un sentido, dan
cuenta de ideas, las sugieren o estimulan, contienen múltiples referencias, son
a veces parte de un intrincado juego que debemos descifrar mentalmente etc. Por
tanto necesitamos espectadores inquietos e informados. Una minoría de
especialistas produce obras para una minoría de espectadores cualificados,
entonces ¿no es contradictorio plantear la producción de obras de arte en términos
cuantitativos y empresariales?
En cualquier
caso el tema es complejo y tenemos que dedicarle todo el tiempo necesario para clarificar
cada uno de sus aspectos.